Jamás pensábamos que esto podría ocurrir, que nuestra amiga y compañera, Inmaculada Ramos Tapia, nos dejara con el alma en vilo, tan rápido y tan temprano.
Ella nació el 20 de mayo de 1967 en Quart de Poblet (Valencia), aunque era y se sentía malagueña, como sus padres, originarios de Istán, un bellísimo pueblo blanco entre montañas. Pero, como hija de militar, vivió en diversos lugares de España, primero en Valencia (1967-1972), después en Málaga (1972-1976) y Melilla (1976-1984), hasta que se instaló definitivamente con su familia en Granada en 1984, donde cursó el COU. Al año siguiente comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada (1985-1990), destacando como una alumna aventajada por su inteligencia y brillantez y por las excelentes calificaciones que obtuvo, reconocidas con el premio extraordinario de Licenciatura. María Luisa Maqueda fue su profesora, que le transmitió la vocación por el Derecho Penal, hasta el punto de decidir hacer carrera académica de la mano de José Miguel Zugaldía, quien le avaló la beca FPU; como director de su tesis doctoral, y su maestro, fue la persona que más influyó, en aquellos primeros años de formación universitaria, en su dedicación a la docencia y la investigación.
En su tesis doctoral abordó un excelente análisis dogmático y políticocriminal sobre el delito de prevaricación judicial, inexplorado hasta entonces, siendo galardonada con el premio extraordinario de doctorado en 1998. Fue publicada en el año 2000 en una editorial de reconocido prestigio. Tras la obtención del grado de doctora, disfrutó de una beca posdoctoral de investigación en el Instituto Max Planck de Freiburg (1998-2000), lo que a la postre fue un buen banco de pruebas que permitió conocer la capacidad de trabajo, motivación y superación personal de Inmaculada, pues llevaba consigo entonces a su hijo Juan, que apenas había cumplido los dos años. Al poco tiempo, a su vuelta a Granada, se estabilizó como profesora ayudante y consiguió una plaza de profesora titular en 2003.
Sin duda alguna, era la más inteligente y mejor preparada de todos los que integrábamos el grupo de investigación. Una universitaria íntegra y de sólidos principios académicos que aplicó siempre en todo su quehacer y de los que nunca se apartó, aunque hubiera que pagar un alto precio. Contaba con una exquisita formación y conocimientos de la parte general del Derecho Penal, tanto de los principios y garantías penales, en los que era una verdadera especialista, como de la teoría del delito. En la parte especial del Derecho Penal, dedicó su atención, particularmente, a los delitos contra la libertad sexual, con publicaciones relevantes. También fue pionera en el estudio del Derecho Penal de la Unión Europea, que concretó en una asignatura de libre configuración y en una monografía que lamentablemente ha dejado inconclusa y que pretendía publicar el próximo año. Se integró de forma muy activa en la compleja y multidisciplinar línea de investigación que abrimos en la Universidad de Granada sobre las formas contemporáneas de esclavitud, participando en todos los seminarios y publicaciones, siendo reconocida como Investigadora responsable en un proyecto coordinado de ámbito nacional y otro autonómico.
Inmaculada fue, además, una magnífica docente, admirada y querida por el alumnado, hasta el punto de obtener el Premio a la excelencia docente de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Granada, donde impartía desde siempre una de sus asignaturas favoritas: Derecho Penal del Trabajo. Tenía elaborados unos materiales docentes muy completos y de alto nivel, que pensaba publicar a modo de manual junto a Esther Pomares.
Asimismo, dejó su impronta en la labor de gestión universitaria, desempeñando cargos de alta responsabilidad. Fue Vicedecana de Investigación y Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho (2000-2003); Directora de Secretariado de Relaciones y Proyectos Internacionales de la Universidad de Granada (2003-2007); Vicesecretaria General de la Universidad de Granada (2015-2019). También ha sido Directora General de Universidades de la Junta de Andalucía (2019-2020), y, desde septiembre de 2023, Secretaria ejecutiva de la Fundación Euroárabe de Altos Estudios.
Su capacidad de liderazgo y tenacidad caracterizaron su labor de coordinación de quienes elaboramos el manual de Derecho Penal que publicó BdF en 2022 y, sobre todo, en la coordinación de un pionero Tratado de Derecho Penal que aparecerá publicado el año próximo. Esta tarea, que había emprendido con ilusión, ha quedado, pues, inacabada; en los últimos días de su enfermedad, nos comentó, con cierto desasosiego, que le pesaba “dejar pendiente el Tratado”. Seguro que le tranquilizaría saber que su querida amiga y compañera, Teresa Aguado, seguirá las directrices que ella marcó.
Al Grupo de Estudios de Política Criminal se incorporó desde que consiguió la titularidad; asistía activamente a cada una de sus reuniones, interviniendo en los debates y estudio de las propuestas que oportunamente se planteaban. Tan fuerte era su motivación por debatir y ofrecer respuestas a las cuestiones penales que en cada momento, y en cada etapa política, surgían, que, ya con la enfermedad avanzada, no quiso dejar de estar presente en la última reunión del Grupo celebrada en Granada, en abril de este año. Recibió una cariñosa acogida por parte de los compañeros y compañeras que vinieron de otras Universidades. ¡Le brillaba el rostro cada vez que recordaba que nuestra compañera María Luisa Cuerda había brindado por ella al finalizar la cena!
Por ello, queremos agradecer a los miembros del Grupo que nos han pedido expresamente escribir una semblanza en recuerdo de nuestra querida Inma, una inteligente, generosa y bonita mujer de profundos ojos azules, que brilla con luz propia, con carisma, y que nos ha dejado una huella imborrable y perenne que la mantendrá siempre entre nosotros. Porque su amistad y solidaridad de todos estos años han sido un regalo que nos ha hecho la vida y por el que le estamos y estaremos muy agradecidos.
Siempre la tendremos en nuestro recuerdo.
Esteban Pérez Alonso, Catedrático de Derecho Penal. Universidad de Granada.
Esther Pomares Cintas, Catedrática de Derecho Penal. Universidad de Jaén.